Conservado hoy en la Biblioteca Nacional de Antropología, el Códice Boturini o “Tira de la Peregrinación” es mencionado por primera vez en el Catálogo del Museo Indiano de Lorenzo Boturini Benaduci (1746). Su historia parece confundirse con la historia de la colección del Caballero. Se desconocen sus distintos paraderos antes de esta fecha así como el momento y las circunstancias de su elaboración.

Podría haber sido integrado al Museo Indiano desde 1737, fecha en que Boturini comienza a reunir varios documentos tales como códices, manuscritos en lenguas indígenas, mapas y crónicas sobre el México prehispánico y colonial.

Además de realizar pesquisas en archivos de varios pueblos de la Nueva España, Boturini tuvo acceso a lo que quedaba de las colecciones de Carlos Sigüenza y Góngora conservadas en la Biblioteca del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo. Consultó algunos y tomó otros. Es entonces probable que el Códice Boturini haya sido parte de la colección de Carlos Sigüenza y Góngora (1645-1700) antes de integrarse al Museo Indiano.

Más allá de estas fechas sólo podemos conjeturar que fuera conservado en algún archivo del Virreinato al que se hubiera integrado en una fecha indeterminada. Sin embargo, es probable que figurara entre “las pinturas de estos indios naturales” que afirma haber tenido fray Juan de Torquemada (1557?-1624) cuando redactó la parte correspondiente a la salida de Aztlan de los mexicas, en su Monarquía Indiana.

En cuanto a la fecha y a las circunstancias de su elaboración, como ya lo señalamos, es probable que el Códice Boturini fuera una copia de un documento similar realizada en la primera parte o a mediados del siglo XVI. Tras la detención de Boturini en 1743 y su expulsión a España, el Museo Indiano fue confiscado por orden del fiscal de su Majestad.

José Luis Martínez Hernández indica que la colección fue inventariada siete veces por diversas razones entre 1743 y 1918.1

De 1743 a 1745 permanece en la Real Caja. En 1745 es transferida a la Escribanía del Gobierno. En 1771 en Virrey Bucareli ordenó trasladar la colección a la Biblioteca de la Real y Pontificia Universidad de México.

En 1778, la colección es trasladada a la Secretaría de Cámara del Virreinato. En 1784, por Real Cédula se le ordenó al Virrey de México recoger los papeles de Boturini, copiarlos y enviar las copias a España.

En 1787 la colección pasa al Convento de San Francisco antes de regresar a la Secretaría de Cámara del Virreinato en 1795, después de un nuevo inventario.

En febrero de 1821, Agustín de Iturbide ordenó el traslado del Archivo Histórico, de la antigua Secretaría de Cámara del Virreinato al Ministerio de Relaciones Interiores y Exteriores integrándose en un solo fondo a cargo de Ignacio de Cubas. En 1823, un inventario realizado en esta dependencia revela que muchos documentos habían desaparecido.

En 1823 William Bullock visita México y se lleva importantes objetos prehispánicos para una exposición de Antigüedades Mexicanas que organizó en Londres. El Códice Boturini figura entre dichos objetos. En 1824 es expuesto, junto con otros códices en el Egyptian Hall de Piccadilly, en Londres. En la última lámina del códice se encuentra una etiqueta con letras impresas, recuerdo de su exhibición en Londres en 1824, que expresa lo siguiente: “A very fine Aztec Manuscript on maguey in 21 folds, or leaves, on which are depicted the migrations of that extraordinary people; it is considered in Mexico as the most perfect and valuable one of the kind extant”.

En 1825 la parte de la colección de Boturini aun conservada en la Secretaría de Relaciones pasa al recién creado Museo Nacional Mexicano donde la alcanza el Códice Boturini a su regreso de Londres, cuando a instancias de don Isidro Icaza y don Manuel Orozco y Berra, el general Mariano Michelena, representante de México en Inglaterra, tramitó su devolución a México. Durante el Porfiriato, otra parte de la colección Boturini pasa a la Biblioteca Nacional entonces dirigida por José María Vigil.

Actualmente el códice se encuentra en la Biblioteca “Dr. Eusebio Dávalos Hurtado” del Museo Nacional de Antropología e Historia.


1 Cf. Arqueología Mexicana, no. 15, septiembre/octubre 1995, p. 65.